Mes a mes, un pequeño viaje a través de los embrollos cotidianos – 19 ejercicios prácticos para superar y cambiar nuestra relación con la vida.
Traducido por Sandra María [Sao] Santisteban Delgado : muchas gracias !
Noviembre. Estando zen en los atascos de tráfico.
Entonces, ¿los monjes y las monjas permanecen en un estado zen en los atascos de tráfico?.
¿No se han quejado cuando, en la cola en Migros, al idiota de delante se le ha olvidado pesar el bulbo de hinojo y el cajero ha desaparecido en algún lugar entre los estantes?. ¿Se sientan en posición de loto cuando el ascensor se queda atascado entre dos plantas?. Estoy segura de que reflexionas acerca de estas preguntas…De modo que aquí he de sincerarme: confieso que he escuchado a una monja budista salir con una sarta de palabrotas a las afueras de Estrasburgo cuando la carretera de circunvalación estaba llena de coches y de luces traseras intermitentes. “J****”, “m*****”. ¡Lo comprendí como si saliese de mi propia boca!. ¡Y lo mejor!, ¿cómo podríamos los budistas ser creíbles al hablar de la gestión de las emociones, si tan sólo tenemos la misma conciencia de nuestras emociones que podría tener una ameba? Tenemos, como las demás personas, arrebatos de humor, explosiones de irritación en los atascos de tráfico de la vida, pero aprendemos la técnica de vivir más pacíficamente: beneficiandonos del tiempo de espera.
Reconectando por beneficio.
Cuando un momento de espera y vacío aparece, benefíciate y siente tu respiración, reconecta con tu cuerpo; y, observa la aparición y desaparición de emociones. En los atascos, esperando en las tiendas, esperando a que cargue una página web, a la espera en el teléfono, hay muchas maneras de practicar cada día.
Imagina lo siguiente: tu suegra empieza a relatar acerca de sus vacaciones en Tailandia por enésima vez (el famoso episodio de “buceo”) sin preguntarse si hay algo de todo esto que le interese a los oyentes. ¡No hay problema!. Simplemente vuelve a centrarte en ti mismo y benefíciate de su (muy largo) relato para realizar algo de desarrollo personal. En este momento, tu suegra es tu aliada en el camino budista. ¡Cómo cambia el paradigma!.
La clave: convierte los imprevistos negativos en algo positivo
Para añadir: con esta práctica de beneficiarse de los momentos de espera, estas se convierten en poderosas olas, que nos llevan a la orilla del momento presente. Los atascos se convierten en un espacio de silencio interior; y una parada en la autopista, una necesaria reducción de marcha, donde puedes sintonizar con el suave latido de tu corazón.